La noche donde perdí lo que mas quería. |
Era de noche, como todas las historias tristes, pero a diferencia de ellas, no era fría, era cálida como si la noche te quisiera abrazar, como si quisiera darte el apoyo que necesitabas y no sabias donde encontrar, como si la luna, en vez de seguirte porque el mundo funciona así, te siguiera para acompañarte en el momento más sádico que alguien como yo puede afrontar. Me subí al carro, en camino al lugar donde se perdían tanto como se ganaban esperanzas, el mismo lugar donde se te devuelve el alma al cuerpo, o simplemente una parte de ella se escapa y muere, donde existe la posibilidad de perder o volver a ver a ese alguien que hace que tu corazón palpite cada segundo. Pero hoy, para mí, no eran buenas noticias, eran todas malas, cada una de ellas. Volviendo al carro, mientras iba en camino a mi cruel destino, vi unas manchas, las ultimas que dejó antes de afrontar su futuro, o bueno, lo poco que le quedaba de este, y no pude mas que soltar unas lágrimas, unos sollozos, que después fueron acompañados por la gente que me rodeaba, llegó a parecerse una melodía, que solo expresaba pérdidas, frustraciones y tristezas. En ese momento no pude olvidar ni un solo día junto a ella, el color de sus ojos, sus dos lunares en la nariz, su cara, su todo, cada momento, cada segundo se me vino a la mente, y me invadió mas la tristeza al saber que no volveríamos a formas mas recuerdos juntas. Al llegar, nos estaban esperando, nos tenían una sala sólo para nosotros, donde íbamos a pasar nuestros últimos momentos y done íbamos a vivir el recuerdo que más tendré en mi memoria, el que me traumatizará y me hará llorar cada vez que piense en ella. Pero eso no significa que iba a ser el único, este momento iba a estar acompañado de una imagen de ella corriendo, jugando en la nieve, comiendo, cuando solo quería que la consintiera, su mirada, en sí, ella siendo feliz. No obstante, eso dejará que broten las lagrimas de mi, hará que salgan el doble, o quien sabe, tal vez el triple, pero después de pensar en ella, sabré que tuvo una vida feliz, que hubiera sido mejor una más larga, pero que con lo que tuvo, fue suficiente, tal vez no suficiente para mi, pero para ella, fue más que perfecta. Nos tuvieron esperando por ella cerca de veinte minutos, pero se sintieron tan infinitos que pensé que nunca se acabarían. |