Paso hace bastante tiempo. El mundo ya de por si era una caos, las naciones peleaban silenciosamente una guerra, o mas bien una competencia por poseer las mejores armas, derrochaban cantidades astronómicas de dinero en fondos para producir mejores escudos y avances en todos los ámbitos para poder aplicarlos a en la guerra. De todos los descubrimientos científicos realizados en las décadas en las que cada nación peleaba por los mejores y mas vanguardistas conocimientos, ninguna de las peligrosas armas de destrucción masiva creadas fue utilizada, pues no existía una guerra real que sirviera como excusa para diezmar a una nación como lo habría hecho algunas de esas terribles armas. Con el tiempo, los altos mandatarios de las milicias no se conformaron con armas de ataque, les exigían a los científicos formas nuevas y escalofriantes de diezmar a los hipotéticos ejércitos enemigos, o formas de mejorar los ejércitos que protegerían la nación. Fue así como surgió la creación de un gen adaptable al genoma humano que en el futuro, acabaría con la sociedad como fue conocida. Todo esto paso hace ya varios siglos atrás. Este gen, llamado popularmente gen del crecimiento, solo manifestado en humanos del sexo masculino, provoco el sobre desarrollo del individuo una vez finalizada la adolescencia, individuos que al final de su juventud podían alcanzar alturas de hasta 14 pies de altura, tomando esta como la mayor registrada hasta ahora; se cree que la idea de la milicia que produjo este gen era formar un ejercito formidable con hombres que harían parecer a sus enemigos niños pequeños con armas. Ya quisiéramos todos que solo esto hubiese sido descubierto, pero continuo a esto también hubo el descubrimiento de un gen del mismo tipo, adaptable al genoma humano, pero inverso a los efectos del primero. El segundo gen, popularmente llamado gen de encogimiento, provocaba el detenimiento del crecimiento de las personas, manifestable tanto en mujeres como en hombres. La idea era la inversa. Plantar el gen entre la población de la milicia enemiga, de manera que sus soldados la todo el componente se viera diezmado, formado por hombres que difícilmente superaban los 3 pies de estatura. Pero nadie contaba con que el gen latente seguiría heredándose de generación en generación, manifestándose en la población en general y no solo en la milicia.
No se sabe con seguridad de que nación surgió el descubrimiento del gen, y ningún alto mando de ningún ejército ni nación quiso o pudo hacerse responsable o acreedor del descubrimiento de ninguno de estos nuevos caracteres del genoma humano, pero se cree el descubrimiento fue realizado por alguna nación africana, porque hasta el sol de hoy, son los hombre de raza africana, y en general los de piel oscura, los que se ven mas favorecidos, al menos por el gen de crecimiento; aunque con el pasar de los años, el gen se transmitió a todas las etnias mundiales. Al principio, las personas intentaron vivir de acuerdo a los antiguos ideales de integración y se dejo atrás la búsqueda de cada nación por poseer la mejor arma, frente a la catástrofe social que estaba ocurriendo. Primero fue el mercado; las grandes compañías de ropa tuvieron que expandir sus opciones de talla en todas las prendas de vestir, los precios de la comida variaban de acuerdo tres divisiones de estaturas básicas; pequeños, normales, y gigantes. Esto trajo como consecuencia un lento pero fuerte proceso de separación por estratos; los barrios, al principio habitados por personas de todos tamaños, se fueron haciendo mas homogéneos; los gigantes empezaban a sentirse muy grandes en los pequeños departamentos normales y los pequeños buscaban sentirse menos pequeños rodeándose de gente como ellos. Aunque siguió predominando la altura promedio mundialmente, la raza de pequeños y gigante desapareció, ambos genes estaban latentes ya en cada ser humano para cuando se pensó en erradicar los genes. Por lo que las grandes ciudades se vieron dividas por los estratos ya mencionados.
Cada estrato vivía vidas relativamente normales, con familias y sociedades formadas por miembros de estaturas similares y así, aunque de vez en cuando una pareja de estatura normal daba a luz a un niño que empezaba a crecer incontrolablemente al finalizar la pubertad, o al contrario, niños que parecían no crecer de manera adecuada, madurando en todos los aspectos menos en la estatura. Los estratos pequeños y promedio tenían poblaciones muy similares, aunque los pequeños siempre en menor proporción, pero el estrato de gigantes, como solo se manifestaba este gen en hombres, estaba formado solo por hombres. Los estudios arrojaban que estos hombres eran esencialmente estériles, pero debido a su tamaño, era poco común que alguno tuviera relaciones con mujeres de menor estatura, pero su población se mantenía constante gracias al gen de crecimiento latente en los otros estratos.
En su mayoría, estos gigantes se dedicaban a las tareas que requerían mayor condición física y autoridad; como policías, bomberos, militares (por supuesto) y labores por el estilo; y debido a su mayor fuerza y resistencia, estos gigantes también ocupaban casi todo el personal obrero necesario de todos los estratos. La mayoría de las personas de estatura media trataban a los pequeños de manera igualitaria, ayudándolos en las tareas que no podían realizar; pero los gigantes en cambio, consideraban a las otras razas débiles y poca cosa. Fácilmente los gigantes pudieron todo este tiempo tomar el control de todo y extinguir a las razas humanas mas débiles sin que nadie pudiera detenerlos, pero ellos entendían que sin las hembras de estas razas inferiores ellos también se verían extintos.
En este trasfondo se desarrolla la historia de Miguel, un joven perteneciente a la raza de los pequeños. Toda su vida transcurrió en un suburbio con gente pequeña, acostumbrada a la vida sin personas de gente de estatura media y gigante, ya que en esta zona de pequeños en especial, un plan de estudio poblacional local había logrado erradicar el gen gigante de este grupo de personas pequeñas. Ocasionalmente, algún oficial de policía o los bomberos de estatura media se acercaban a esta zona para prestar sus servicios, pero al ser una comunidad tranquila, estos casos eran poco comunes. Pero Miguel siempre se sintió fascinado por estos hombres de altura superior. En su juventud, pensó que solo era admiración, y con la idea de integración de razas en mente decidió estudiar en una universidad que admitiera personas de todos tamaños; y a medida que creció y compartió con personas de estatura mayor, se dio cuenta de que estos sentimientos tenían un carácter un poco mas maduro, se dio cuenta de que solo se sentía así hacia el sexo masculino en especial. Con el tiempo Miguel entablo relaciones con jóvenes de su estatura, pero su fascinación hacia los gigantes se mantuvo, pero sin ninguna oportunidad de encontrar a otros gigantes que tuvieran las mismas inclinaciones.